LA JUVENTUD, COLUMNA VERTEBRAL
Música – Droga - Sexo
En el programa de dominación trazado en Los Protocolos de los Sabios de Sión, cómo se iba a descuidar la educación. La juventud es audaz, rebelde e inquieta; proclive a aventurarse por caminos desconocidos, ávida de experimentar nuevas sensaciones y peligrosamente ingenua, abierta y receptiva.
Todos los pueblos conocidos, a través de los siglos se han ocupado preponderantemente por la formación de quienes garantizarán su continuidad. Para todas las sociedades, de lo más caro de su patrimonio ha sido la nueva generación, no así para la “Sociedad de Sociedades”, que sabedores de lo que representa la inexperiencia para sus planes, cual buitre paciente espera que sus miembros las transformen en carroña, para devorarla.
¿Cuáles son los imanes más poderosos que atraen a la adolescencia?
¿Qué instrumentos han suplantado a la familia y a la escuela?
Todos los que vivimos en un medio medianamente desarrollado tenemos honestamente que responder que son la música, el cine, la televisión, la red o Internet y los espectáculos de masas o show business, acompañados todos de una publicidad perniciosa.
La música, que viene de musa, se arrogó con todo derecho esa denominación.
Platón, en La República, hablando de la educación de la juventud en el Libro Cuarto, expresa a través de los diálogos entre Sócrates y Adimanto:
Mientras que si los juegos de los niños se someten a regla desde el principio; si el amor al orden entra en su corazón con la Música, sucederá, por un efecto contrario, que todo irá de mejor a mejor, de suerte que si la disciplina se relajase en algún punto, ellos mismos la repararían un día.
En la misma República en el Libro Primero al preguntarle a Trasimaco:
¿No dices de un hombre que es músico y de otro que no lo es?¿Cuál de los dos es inteligente y cuál no?
El músico es inteligente; el otro no lo es.
En el Libro Tercero pone en los labios de Sócrates en su diálogo con Glaucón sobre la educación de los jóvenes que defenderán el Estado:
“-¿Bastará, pues, que vigilemos a los poetas, precisándoles a que nos presenten en sus versos un modelo de buenas costumbres, o no deberemos hacer nada de eso?¿Será preciso que fijemos nuestras miradas sobre todos los demás artistas, para impedir que nos ofrezcan en pintura, en arquitectura o en cualquier otro género, obras que no tengan gracia, ni corrección, ni nobleza, ni proporciones? En cuanto a los que no pueden obrar de otra manera, ¿no debemos prohibirles que trabajen en nuestra República por temor de que los encargados de la guarda de nuestro Estado, educados en medio de estas imágenes viciosas, como en malos pastos, y alimentándose, por decirlo así, cada momento con la vista de tales objetos, no contraigan al fin algún mal vicio en el alma, sin apercibirse de ello? ¿Nos interesa, por el contrario, buscar artistas hábiles, capaces de seguir la huella de la naturaleza de lo bello y de lo gracioso, a fin de que nuestros jóvenes, educados en medio de sus obras como en una atmósfera pura y sana, reciban sin cesar saludables impresiones por los ojos y por los oídos, y que desde la infancia se vean insensiblemente conducidos a imitar y amar lo bello, y a establecer entre éste y ellos mismos un perfecto acuerdo?
-Nada puede ser preferible a una educación semejante.
-¿No es por esta misma razón, mi querido Glaucón, la música la parte principal de la educación, porque insinuándose desde muy temprano en el alma, el número y la armonía se apoderan de ella, y consiguen que la gracia y lo bello entren como un resultado necesario en ella, siempre que se dé esta parte de educación como conviene darla, puesto que sucede todo lo contrario, cuando se la desatiende? Y también, porque educando un joven, cual conviene en la música, advertirá con la mayor exactitud lo que haya de imperfecto y de defectuoso en las obras de la naturaleza y el arte, y experimentará a su vista una impresión justa y penosa; alabará por la misma razón con entusiasmo la belleza que observe, le dará entrada en su alma, se alimentará con ella, y se formará por este medio en la virtud; mientras que en el caso opuesto mirará con desprecio y con una aversión natural lo que encuentre de vicioso; y como esto sucederá desde la edad más tierna, antes de que le ilumine la luz de la razón, apenas haya ésta aparecido, invadirá su alma, y él se unirá con ella mediante la relación secreta que la música habrá creado de antemano entre la razón y él. He aquí, a mi parecer, las ventajas que se buscan al educar a los niños en la música”.
En la decimonovena edición del Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española, nos encontramos con la siguiente definición:
Música: Melodía y armonía, y las dos combinadas.
Se puede afirmar que todo pueblo es un trasunto de su música.
Confucio en el Tercer Libro Clásico, libro II, capítulo VI, punto 5 (veáse edición de 1975 de Editorial Bruguera, S.A.), enseña:
Son placeres legítimos los de deleitarse con la música y el arte, los derivados de la práctica de la virtud, y los que proporciona la amistad con hombres sabios; contrariamente son perniciosos los placeres que proceden de la vanidad y del orgullo, los que derivan de la comodidad y el ocio, y los que se fundamentan en la gula y la lujuria.
Pero, como se vio, Sión ha diseñado y puesto en ejecución un plan minucioso para el control de toda la humanidad por medio de la manipulación mental y se han apoyado en colaboradores suyos, investigadores del comportamiento, como Freud, Skinner y Jung, entre muchos otros y han contado con las investigaciones de institutos que apoyan y financian, como Tavistock y Stanford, para deformar las conciencias y dirigirlas hacia donde quieren.
Quien quiera ahondar acerca de este malvado plan, lea el libro de Zbigniew Brzezinski, Technotronic Era (Era Tecnotrónica). Este siniestro miembro del Club Bilderberg afirmó: En el Nuevo Orden mundial no habrá clase media, sólo sirvientes y gobernantes.
Las organizaciones masónicas han diseñado un plan de asesinatos de masas, a través de guerras, hambrunas y enfermedades, de millones de pobladores de este planeta, a quienes David Rockefeller y Henry Kissinger designaban burlonamente como “estómagos inservibles”.
(En el estudio secreto impulsado por el presidente Nixon y firmado por H. Kissinger, “Memorandum 200 de abril 24 de 1974, parte 1, del Consejo Nacional de Seguridad y numerado en Washington, D.C. bajo el número 20506”, se puede leer en el aparte 29, que los Bilderberger recomiendan “intensificar programas de población” encaminados a reducir la población mundial en unos quinientos millones hacia el año 2000 y en unos tres mil millones (3.000.000.000) de habitantes (seres humanos) hasta el 2050, porque supuestamente no habrá recursos naturales para tanta gente*.
Este estudio fue ordenado teniendo como mira únicamente la seguridad de los Estados Unidos de Norteamérica y sus intereses allende el mar.)
Volviendo al plan de manipulación mental, los aportes más protuberantes son:
- Por medio de crisis artificiales, crear estados de desequilibrio físico, emocional y mental, para desmoralizar y confundir, hasta que la gente no pueda elegir su propio destino y caiga en estado de apatía.
- En virtud del control total sobre la educación, conseguir una juventud que ignore la historia, las libertades individuales, los principios, la moral y hasta el concepto de libertad.
- Mediante una Corte Internacional, llegar a una sola justicia bajo un sólo sistema legal bajo su control.
- Lograr un gobierno mundial que recompense a los esclavos obedientes y extermine a los inconformes.
Dejadme hacer las canciones de un pueblo, y conseguiré más que dictando sus leyes.
Este aforismo que tiene muy presente la masonería y que puede hacerse extensivo a todas las artes y a los medios de información, ha llevado a que practicamente la totalidad de la producción musical moderna se encuentre en poder de los Trust de los Iluminados.
La armonía y la melodía fueron quebrantadas y reemplazadas por estrambóticos ruidos cuidadosamente estudiados y preparados para despertar los bajos instintos.
En su afán de destruir familia, patria e iglesia, nos volvemos a encontrar a los inefables Illuminati financiando y promoviendo la Revolución del Rock.
A comienzos de los años cincuenta lanzan a Elvis, llamado “Pelvis” por sus insinuantes movimientos bajo el ombligo, y lo van convirtiendo en ídolo y hasta en dios de una juventud zombie.
Esos ruidos, que estimulan, recalientan y excitan, van impulsando cada vez más a la liberación de la bestia que hay encerrada en el hombre, haciéndole perder el control al herir los órganos sensoriales con baterías, címbalos, trompetas, gritos estridentes y sintetizadores electrónicos que llevan al delirio.
Ya el campo estaba abonado con una antimoda de valores tambaleantes y droga para la entrada en escena de los Beatles, de los Rolling Stones y del grupo The Who, con el acid rock: Los Beatles con Yellow Submarine (alucinación psicodélica) LSD; Los Rolling Stones con Brown Sugar (cocaína), con Sister Morphine, con Cousin Cocain y luego con Silver Lady (jeringa hipodérmica).
Después hacen su aparición Black Sabbath, Led Zeppelin y Styx, todos dirigidos a adorar a su majestad Satanás.
Como se pretendía, se borraron las prohibiciones sexuales, la represión de los instintos y el barniz social que le impedía a la juventud expresar libre y ferozmente su sexualidad.
Luego llegó el desencadenamiento frenético de las percusiones con el hard rock y sus representantes Jerry Lee Lewis, Stevie Niks y Alice Cooper. Inspirado en las tribus de Africa y en el wudú, que lleva supuestamente al goce sexual completo, paralizando el proceso de conciencia y desembocando en violencia sádica.
Abby Hoffman declara al efecto:
Con el rock’n roll satánico se franqueó el límite al ocultismo que conduce al culto satánico.
Gary Newman del grupo The Strangers nunca compuso ni cantó en sitio diferente a debajo de la famosa pirámide.
Elthon John declaró, que nunca había compuesto o cantado una sola canción que no estuviese escrita en el lenguaje de la brujería.
Para no alargarnos en la programada degeneración de la adolescencia a través de esta “música” moderna, no perdamos de vista que está invadida de mensajes subliminales que invitan a conductas torcidas, como a crímenes, al suicidio, a depravaciones sexuales, al lesbianismo, al homosexualismo, a la droga y a otros actos antisociales.
Esos pegajosos y alienantes ruidos estruendosos y desapacibles han degradado a las muchachadas de todos los continentes y pervertido su música popular: A título de ejemplo baste citar la lambada, la champeta, el reggaeton y su letra degenerada.
La perturbación de los sentidos a través del rock, de agresiones luminotécnicas y de alucinógenos; acompañados por una insufrible y contínua repetición audiovisual de los mismos ritmos y con escenas violentas y lujuriosas, arrastra a las masas de adolescentes a los espectáculos multitudinarios que se viven programando de continuo a través de todo el planeta.
Algún espectador desprevenido que asista como observador a un espectáculo de esa calaña, escenificado por el show business y tenga la requerida condición física para aguantar el ruido atronador, la histeria colectiva y la duración, podrá constatar: el éxtasis, la euforia, la exaltación, el paroxismo y luego el desmayo.
¡Cómo han animalizado a la juventud y la han puesto a adorar unos ídolos fabricados con drogas y mentiras!
El hombre que preparó la revolución musical conocida como Beatlmanía, fue Theodor Adorno y se valió para ello del sistema de música atonal creado a finales de la década de 1910 por el compositor de Austria, Arnold Schönberg, quien trabajaba como agente secreto para la Inteligencia Británica.
La música atonal consiste en una escala de doce tonos como alternativa a la armonía tonal. Este sistema destaca algunas notas y no trata por igual los doce semitonos de la escala cromática produciendo en el subconsciente una ruptura gradual de los vínculos culturales. Esta escala atonal de doce semitonos lleva sonidos graves repetidos que Theodor Adorno tomó de la música del culto a Dionisio, dios del vino y la fertilidad, modernizándola.
Para llegar al éxtasis se usaban las percusiones y las castañuelas gigantes, llamadas Krotala, que conseguían hacer vibrar los tímpanos con sonidos graves. Esta música era conmovedora, excitante y enérgica, y se usaba en orgías alcohólicas y salvajes.
Adorno fue uno de los principales filósofos de la Escuela de Investigación Social de Frankfurt fundada por la Sociedad Fabiana de Inglaterra y fue enviado a Estados Unidos en 1939 para dirigir el proyecto de investigación de la Radio de Princeton, trabajando conjuntamente con el Instituto Tavistock.
Este proyecto de investigación sobre el control de masas y la conducta de grandes conglomerados en un entorno de ansiedad informativa, estaba financiado por la omnipresente Fundación Rockefeller.
El objetivo era Programar una cultura musical de masas como una forma de control social masivo mediante la progresiva degradación de sus consumidores.
Como lo expresó el mismo Adorno. El Tavistock lo llamó: Atontamiento Obligatorio y estado de lavado de cerebro.
Esta “música” como el punk rock y la música ska crea una adicción psicológica similar al alcoholismo.
Los Beatles fueron sacados de la escoria para ser rediseñados y programados por el Instituto Tavistock. Este legendario grupo de Liverpool le debe haber sido objeto de “semejante distinción”, al Nuevo Orden Mundial, particularmente, al CFR y al Club Bilderberg.
La invasión de los Beatles a EEUU para pervertir la juventud americana, se conoció como la “Conspiración Acuario”.
Los Beatles actuaban en un antro de striptease, donde recibían diez chelines cada uno por rasgar sus guitarras, mientras Janice se desnudaba frondiamente ante marineros. En estos Clubs de los barrios más sórdidos, se fomentaba la prostitución y la droga. En agosto de 1960 lograron que un Club de Jazz del barrio St Pauli, aledaño al puerto de Hamburgo y situado en la famosa calle de los cabarets, la Reeperbahn, los contratara. Este club era otra mancebía para la “perrata” de los buques y los flamantes músicos vivían drogados con Preludín. Se cuenta, que John Lennon echaba espuma por la boca a causa de la cantidad de píldoras que “metía” y perdía el control y gruñía; los domingos salía al balcón a provocar a los feligreses que se dirigían a la Iglesia de San José. Una vez amarró un condón lleno de agua a una imagen de Jesucristo y lo colgó afuera a la vista de los fieles y en otra ocasión orinó sobre tres monjas que pasaban.
Bajo la dirección del músico George Martín, del pedófilo Brian Epstein, quien fungía como su manejador y las melodías y letras concebidas por Adorno, empezaron su carrera en “la Tierra Prometida”. El resto corrió por cuenta de la maquinaria de propaganda que desencadenó el Club Bilderberg a través de los medios bajo su control y fueron rodeados de celebridades y por el “Culto a la fama”. Hasta la Reina de Inglaterra hizo “nobles” de esa plebe.
El ataque a la juventud que acompañó esta nueva expresión “musical” fue secundado primero por marihuana y luego por el ácido lisérgico (LSD), una droga fuerte que exalta y cambia el estado de conciencia. Un lenguaje nuevo, peinados y ropas estrafalarias acompañaron al “nuevo tipo” que creó Tavistock. Los jóvenes ni se percataron de la manipulación y sus padres miraban atónitos sin entender lo que sucedía. Mientras tanto, Timothy Leary, profesor de Harvard, imponía su directriz de Turn on, tune in, drop out (conectarse, sintonizar y evadirse). Los Beatles hacían su agosto difundiendo sus mensajes pegajosos, como Help, que es una alusión al pánico y una oración al LSD. Hey Lude le canta a la metadrina y Strowberry Fields Forever cuenta cómo el opio se cultiva en campos de fresas para que el cultivo no se descubra. Imagine de John Lennon, defiende el individualismo (“imagina a todo el mundo viviendo el día a día”); ataca el nacionalismo (“imagina que no hubiera paises”); pide la abolición de la propiedad privada (“imagina que no hubiera posesiones”) y predicaba un gobierno único mundial (“dirás que soy un soñador, pero no soy el único, espero que algún día te unas a nosotros y el mundo sea uno solo”). Su album de 1967 fue el pregonero de la revolución de las drogas, Sgt. Peper´s Lonely Hearts Club Band. El proyecto secreto de las drogas fue promovido y financiado por el Club Bilderberg a través del Comité de los 300 y por uno de sus bancos, el S. C. Warburg.
El gran “gurú” del opio en Inglaterra fue Aldous Huxley, nieto de Thomas H. Huxley, fundador de la Mesa Redonda de Rodas. Aldous fue un cercano colaborador de Arnold Toynbee, que estuvo en el Consejo de la RIIA, relacionada con el CFR de EEUU.
Según Lyndon La Rouche, a Huxley y al pederasta Christopher Isherwood se les unieron Thomas Mann y su hija Elizabeth y estos reclutaron a un grupo de iniciados en el culto de Isis: Bulwer Lytton (presidente de la Orden Británica de los Rosacruces), la ya citada ocultista rusa Blavatsky y Aleister Crowley, el también mencionado en páginas anteriores satanista a quien los Beatles homenajearon en su album de 1967, “Hoy hace veinte años”.
Huxley habló de “la revolución final” y “un estado policial” que establecería una “dictadura sin lágrimas” en la que la gente “ama sus cadenas”. Al pueblo se le arrebatarán sus libertades y los intentos de rebelión serán aplacados con drogas, propaganda y lavado de cerebros.
En todos estos diseños de una nueva sociedad se valora ante todo la “Inteligencia Emocional”, que no es otra cosa que egoismo combinado con la capacidad de hacer relaciones públicas y la excelencia profesional pasa a segundo plano.
De la investigación realizada por Daniel Estulin y compilada en su obra “Los Secretos del CLUB BILDERBERG”, Editorial Planeta, 2006, copiamos de la pág. 54:
En 1958 reunió una serie de ensayos que había escrito para Newsday y los publicó bajo el título de Nueva visita a un mundo feliz, en los que describía una sociedad en la que <
Un perverso fanático del Instituto Tavistock, John Rees auspició un experimento en la Universidad Mc Gill de Montreal, vinculada al Club Bilderberg, mediante el cual, tomaban niños de orfanatos locales, torturaban y luego les aplicaban dosis diferentes de LSD. Rees propuso la inducción de formas controladas de neurosis y psicosis como instrumento de control social.
Se sabe que la CIA a través, entre otros, de Allen Dulles su director en los años sesenta, compró más de cien millones de dosis de LSD que distribuyeron en las calles de EEUU. Esto se conoció por documentos desclasificados por orden de la ley de libertad de información y por el periodista Minnicino.
Para alertarnos acerca de estos planes de control, del “gobierno mundial”, que tanto niega la masonería sionista, transcribimos del ya citado libro de Daniel Stulin “Los Secretos del Club Bilderberg”, pág. 56 y 57:
A partir de 1962, la Corporación Rand de investigación para la Defensa Nacional, un think-tank del CFR financiado con dinero federal y patrocinado por la Oficina del Secretario de Defensa y dirigido por Michael D. Rich, miembro del CFR de Santa Mónica, California, empezó también en secreto un estudio programado durante cuatro años sobre la psicosis experimental como herramienta de evaluación psiquiátrica usando LSD, peyote y marihuana. Condujo el estudio el psiquiatra W. H. McGlothlin, quien había dirigido un estudio preparatorio Sobre los efectos perdurables del LSD sobre ciertas actitudes de los normales: Una propuesta experimental. La Corporación Rand, establecida en 1949, entre cuya lista de ex miembros del Consejo de Administración se encuentran Carl Bildt, ex primer ministro de Suecia (Bilderberg, CFR, TC, RIIA, Secretariado de la ONU), Condoleezza Rice (secretaria de Estado de la Administración Bush, Hoover Institute, Carnegie, CFR), Alan J. Greenspan (Bilderberg, CFR, TC, ex director de la Reserva Federal), Donald H. Rumsfeld (secretario de Defensa, Bilderberg, CFR, Bohemian Club), Henry A. Kissinger (Bilderberg, CFR, TC, Bohemian Club), se creó como resultado de la Investigación sobre Bombardeo Estratégico realizada en tiempos de guerra, un estudio cuyo centro es un <
El golpe más certero para destruir la familia se dio con la entrada de la televisión en los hogares. Antes había que salir de casa en busca de la porquería, hoy es servida en las salas de estar y hasta en las alcobas de los niños, que crecen connaturalizados con una deformación sistemática de sus conciencias. La pornografía y la degradación de la imagen de la mujer, hasta para promocionar comestibles; la violencia rayana en brutalidad; la ponderación de la homosexualidad y del adulterio; los mensajes insinuantes al consumo de alcohol y de estupefacientes; la aclamación de orgías y de libertinajes; y en fin, los permanentes panegíricos al pisoteo de la familia y de una moral ensayada y comprobada durante generaciones y generaciones, como pilares sólidos de la sociedad, ha sido el menú preparado cuidadosamente por los sabios de sión en sus pretensiones de dominio universal y ejecutado por las organizaciones masonas.
Siempre, dentro de sus planes han ido la inmoralidad y el negocio lucrativo de la mano, amén de que con él podían desestabilizar países enteros, como de hecho ocurrió y lo está mostrando la triste realidad en países de América Latina, de Asia y de Africa.
Según cálculos conservadores y en crecimiento de hace cerca de diez años de órganos del gobierno europeo, la venta de estupefacientes le disputa el segundo puesto a la venta de armas, superadas estas dos únicamente por la factura petrolera. No obstante, los márgenes de utilidad de esos alcaloides, probablemente nunca serán superados por ningún otro producto. La cifra que suministraron en ese tiempo los eurócratas de Bruselas fue de más de quinientos mil millones de dólares estadounidenses (500.000.000.000,oo) que anualmente se venden en el mercado mundial de alucinógenos, de los cuales, la parte del león va a parar a organizaciones controladas por la masonería y a éstas les debe la humanidad que este crimen sea sólo aparentemente perseguido por los gobiernos bajo su control y que gran parte de los políticos y de los movimientos guerrilleros de muchos países del Tercer Mundo se hayan dejado seducir por el abundante dínero fácil. Los capos visibles de la mafia de los narcóticos son únicamente las mamparas de la auténtica mafia y cuando les conviene, sus chivos expiatorios.
¡Que no vengan reporteros obedientes con ínfulas de periodistas, de esos que quieren hacerle creer a la gente, que suprimiendo ceros a la derecha se hacen más dignos de credibilidad, o de los que simplemente cumplen órdenes de minimizar el negocio de sus jefes, o tan ignorantes, que no saben leer cifras, a repetirnos sus distorsionados números!
La red o Internet también ha sido invadida con la apología del vicio y han llegado hasta la infamia de infestarla con imágenes obscenas de niños y niñas que aún no alcanzan ni el uso de razón.
Tanto la televisión como la red son asaltadas permanentemente por programas, que bajo el camuflaje de científicos o historiográficos, insuflan en los desprevenidos tal deformación de los hechos con una presentación, aparentemente tan rigurosa, que la masa termina creyendo e “instruyéndose” con errores, pero salta a la vista de observadores más aguzados, que los objetivos de las distorsiones siempre tienen que ver, directa o indirectamente, con agresiones a la religión católica y a los valores que ella defiende y predica.
Nunca se tuvo tánta información disponible, pero jamás hubo tánta confusión.
Un axioma universalmente aceptado reza: El fin no justifica los medios, esto es, que un fin noble no justifica medios perversos, de donde necesariamente se deduce que:
Los medios no justifican el fin, y obedeciendo al mismo orden lógico esto significa que, unos medios nobles no justifican un fin perverso y esta es y no otra, la torcida moral de las organizaciones masónicas y paramasónicas para atraer adeptos. Les hacen creer que van a trabajar para obras sociales y de ayuda al prójimo, pero lo que les ocultan es, a qué objetivos están sirviendo y de qué serán víctimas.
La victoria de la masonería sionista, si logran consolidar el gobierno universal, será una victoria pírrica, pues tendrán postrada a sus pies una sociedad compuesta por seres humanos abatidos, de cerebros lavados, sin libertad, sin ideales. Regirán sobre seres light, sobre zombies, en un mundo donde será casi imposible restituir valores, donde tiranos y esclavos serán de nuevo impelidos a la ley de la selva; donde los déspotas añorarán la antigua moral de sus actuales súbditos.
La masa anestesiada saldrá de su letargo. La imagen de Dios que hay dentro de cada hombre emprenderá la gran batalla contra el anticristo masón, arrasando a su paso los valores antitéticos que le inocularon para apabullarla.
La torcida democracia masónica será reemplazada por la igualdad de todos los hombres ante su Creador.
La tiranía de la libertad de prensa para esclavos que implantó la Sociedad de Sociedades, será suplantada por conciencias libres y rectas gobernadas por la ley natural.
La verdad se impondrá, pues ya nadie creerá en las caricaturas de virtudes ni en los eufemismos con que infestaron los cerebros para acallarlos. La pusilanimidad, el encogimiento, la complacencia, la hipocresía y el relativismo, serán borrados del mapa y de nuevo el valor y la rectitud encabezarán el ataque por la recuperación de los valores perdidos.
Renacerán líderes que no serán tildados de extremistas de derecha y antisemitas, porque defiendan sus tradiciones, porque amen a sus patrias y amen su religión.
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